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Con la palabra Estado podemos referirnos a dos conceptos básicos: El primer concepto de Estado se refiere a la reunión de un grupo de personas (particulares y funcionarios públicos) en un territorio y una forma de gobierno, con unas instituciones mediante las cuales se toman las decisiones sobre los asuntos públicos y se regulan ciertos vínculos o relaciones de sus ciudadanos (derecho – normas) que conciernen a toda la comunidad.
La Constitución de 1991 en su Artículo 1 define a Colombia como un Estado pluralista, fundado en la dignidad humana que reconoce a todas las personas como iguales sin ninguna discriminación y en su Artículo 7 reconoce la diversidad étnica y cultural de la población colombiana. La diversidad incluye también el género, la edad, la orientación sexual y la discapacidad; estas son características que expresan diferencia por la situación o condición de la persona. Además deben ser protegidas para que puedan mantener sus prácticas e identidades.
El control ciudadano es el derecho y deber de todo ciudadano individual u organizado para hacer el seguimiento, vigilancia y control a la gestión pública. Los fundamentos legales del control ciudadano como instrumento de las nuevas relaciones Estado – sociedad, se encuentran contemplados explícitamente en la Constitución Política.
La construcción e implementación de las estrategias de incidencia no es un proceso lineal ni va en una sola dirección; por el contrario, se trata de un ciclo que se adapta a las necesidades y capacidades de cada organización, de manera que siempre será posible volver sobre cada uno de sus momentos si lo consideramos necesario.
En medio de un contexto competido y complejo, el paradigma de que las organizaciones sociales no pueden gestionarse con los mismos criterios con que se gestiona una empresa de negocios está cambiando. Si bien es cierto que hay obvias particularidades, la gestión efectiva no es un tema exclusivo de las empresas lucrativas. En particular, un ámbito muy útil para las organizaciones sin fines de lucro –dadas las complejidades inherentes a la generación efectiva de valor social- es el del pensamiento estratégico. Para las organizaciones no lucrativas, el pensamiento estratégico y la definición de una teoría de cambio resulta útil porque permite plantear, de manera constructiva y sistemática, preguntas claves sobre la pertinencia de los resultados y el impacto generado.
USAID Colombia trabaja con aliados locales para incrementar el impacto de sus actividades para el desarrollo. Uno de estos aliados estratégicos son las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) u organizaciones de base, las cuales a través de su trabajo mantienen el tejido social y promueven el desarrollo en las zonas geográficas afectadas por el conflicto e institucionalmente débiles. A través de su trabajo USAID/Colombia y sus Socios Implementadores (SI) han apoyado a las organizaciones en su camino hacia la auto-sostenibilidad, fortaleciendo sus capacidades, sus alcances y su objetivo geográfico y poblacional. Al hacer esto USAID/Colombia maximiza el impacto de su asistencia en el país, promoviendo generadores locales de desarrollo.
El tema del Liderazgo es apasionante y sobre él han escrito muchos autores con propuestas muy diferentes; algunos hablan de estilos, otros de orígenes y algunos sobre lo que es y no es el liderazgo.
Nosotros trataremos de sentar las bases, con un horizonte amplio, dando a conocer las diferentes propuestas teóricas para, finalmente, ofrecer nuestra opinión desde nuestra experiencia en el campo.
